El mapa
Siempre sentí la matemática como una presencia
física, en relación a ella me veo
como alguien que no consigue
olvidar el pulso porque viste una camisa demasiado
apretada en las mangas.
perdónenme la imagen: como
en un bar de putas donde se va a beber una cerveza
y provocar con nuestra indiferencia el deseo
interesado de las mujeres, la matemática es esto: un
mundo donde entro para sentirme excluido;
para percibir, en el fondo, que el lenguaje en relación
con los números y con sus cálculos, es un sistema,
al mismo tiempo, millonario y menesteroso. Escribir
no es más inteligente que resolver una ecuación;
¿por qué opté por escribir? No lo sé. O quizá lo sabía:
entre la posibilidad de acertar mucho, existente
en la matemática, y la posibilidad de errar mucho,
que existe en la escritura (errar de errante, de caminar
más o menos sin una meta) opté instintivamente
por la segunda. Escribo porque perdí el mapa.
GONÇALO TAVARES
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