4 las palomas existen; los soñadores, las muñecas los asesinos existen; las palomas, las palomas; niebla, dioxina y días; los días existen; los días la muerte; y los poemas existen; los poemas, los días, la muerte
5 el otoño existe; el regusto y la reflexión existen; y el lugar retirado existe; los ángeles, las viudas y el alce existen; las particularidades existen, el recuerdo, la luz del recuerdo; y el resplandor crepuscular existe, el roble y el olmo existen, y el enebro, la semejanza, la soledad existen; y el éider y la araña existen, y el vinagre existe, y la posteridad, la posteridad
6 la garza real existe, con su abovedada espalda gris azulada existe, con su negro copete y sus claras plumas caudales existe; en colonias existe; en el llamado Viejo Mundo; también los peces existen; y el águila pescadora, la perdiz nival el halcón; la poa común y los colores de las ovejas; los productos de la fisión existen y la higuera existe; los errores existen, los gruesos, los sistemáticos, los fortuitos; el control remoto existe y los pájaros; y los árboles frutales existen y las frutas en el huerto donde los albaricoqueros existen, los albaricoqueros existen en países donde el calor producirá precisamente el color de la carne que tienen los albaricoques
7 las fronteras existen, las calles, el olvido y hierba y pepinos y cabras y retama, el entusiasmo existe, las fronteras existen; las ramas existen, el viento que las levanta existe y el dibujo único de las ramas justo del árbol que se llama roble existe, justo del árbol que se llama fresno, abedul, el cedro existe y el dibujo repetido existe, en la gravilla del sendero del jardín; existe también el llanto, y el epilobio y la artemisa existen, los rehenes, el ánsar común, las crías del ánsar.
Y los fusiles existen, un misterioso jardín trasero, Asilvestrado, yermo y adornado sólo con grosellas, Los fusiles existen: en mitad del iluminado Gueto químico existen los fusiles, Con su anticuada, pacífica precisión existen
Los fusiles, y las plañideras existen, saciadas Como lechuzas voraces, el lugar del crimen existe; El lugar del crimen, somnoliento, normal y abstracto, Bañado en una luz encalada, abandonada, Este poema venenoso, blanco, que está desintegrándose
8 Los susurros existen, los susurros existen, El otoño, la historia existen y el cometa
Halley; los ejércitos, las hordas Los generales, las cuevas, y dentro de las cuevas La penumbra, dentro de la penumbra a veces
Las liebres, a veces el follaje delante de las cuevas donde Los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras, A veces las liebres escondidas bajo el follaje
Y los jardines existen, el arte de la jardinería, las pálidas Flores del saúco inmóviles como un himno Efervescente; y la media luna existe, la media seda; Toda la niebla heliocéntrica que ha soñado Estos cerebros entregados, su suerte; y la piel, La piel y las casas existen, y el Hades que Realoja al caballo y al perro y las sombras De la gloria, la esperanza; y el río de la venganza, granizo Bajo el cielo de piedra, existe, las nieblas del sueño de la Hortensia, blancas, luminosamente luminosas Azules o verdosas, a veces rojos pálido, algunas Lascas estériles existen; y bajo la inclinación De la bóveda celeste Armagedón, el veneno, La susurrante arpa del helicóptero del veneno sobre zurrón, Vísceras de gallina y lino; zurrón de pastor, vísceras de gallina Y lino, esta última escritura hermética, Que por lo demás sólo la escriben los niños; y el trigo, El trigo en los trigales existe, la vertiginosa Ciencia horizontal del trigal, el período de semidesintegración Hambrunas y miel; y en lo más profundo del corazón Como siempre sólo en lo más profundo del corazón Las raíces del avellano, el avellano plantado En la montaña del corazón, robusto y sobrio, Un día laborable acumulado de las jerarquías angélicas; Rápida, jacíntica en su descomposición la vida, Así en la tierra como en el cielo
Inger Christensen (Vejle, Dinamarca, 1935-Copenhague, 2009), Alfabeto, traducción de Francisco J. Uriz, Sexto Piso, Madrid 2014
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