FÚTBOL
(Toledo,1978)
A nadie le digo mi nombre argentino. Viajo en un Cadillac robado.
Del hotel donde vivo conozco la forma de salir sin ser visto.
Veo al mundo como un enredo, una maraña, un ovillo.
Me gusta esa gran verdad que dicen las mentiras.
Soy una embustera que enreda con sus embustes.
Vivo a dos pasos de la Sinagoga del Tránsito.
Soy embustera pero juro que es verdad que cuando ganamos el Mundial
fuimos a ver al abuelo para decirle que habíamos derrotado a los holandeses.
Pero el abuelo es judío, es ciego, es español.
No puedo creeros, dijo.
Que yo sepa, nosotros nunca vencimos a Spinoza,
nunca hemos vencido al sabio de Amsterdam.
HIJOS SIN HIJOS
ENRIQUE VILA-MATAS
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