viernes, 13 de mayo de 2016

LITERATURA Y FILOSOFÍA







¿La literatura? Sí, es verdad que siempre he leído mucha literatura, aunque cuando era joven leí mucha más filosofía, porque formaba parte de mi oficio, de mi aprendizaje. Pero, aun habiendo dedicado mucho más tiempo a la filosofía, las grandes obras de la literatura me han acompañado siempre, y cada vez me acompañan más. Por ejemplo, tengo una inmensa deuda con Fitzgerald, que no es un novelista especialmente filosófico. O con Faulkner. Lo que me interesa de verdad es que un concepto no esté nunca aislado. Cuando un concepto funciona realmente, hace ver cosas, quiero decir que se conjuga con los perceptos, y son los perceptos lo que encontramos en las novelas. Hay comunicaciones permanentes entre los conceptos y los perceptos. Asimismo, hay ciertos problemas de estilo que son una cuestión muy simple: los grandes personajes de la literatura son también grandes pensadores. Acabo de releer a Melville: Ahab es un gran pensador, y también lo es sin duda Bartleby, es otro tipo de pensador, pero en todo caso nos obliga a pensar. Hemos de comprender que una obra literaria traza conceptos al mismo tiempo que preceptos, aunque los conceptos no son su problema, no son la tarea del novelista (no se puede hacer todo a la vez): él simplemente se encuentra con el problema de los perceptos, de hacer ver y de hacer percibir, y con el problema de la creación de personajes: algo verdaderamente asombroso. El filósofo, por su parte, tiene que crear conceptos. Lo que realmente me interesa es que estas dos actividades, la gran literatura y la gran filosofía, son testimonio de la vida (lo que yo he llamado potencia). Creo que esta es la razón de que los grandes autores nunca hayan gozado de muy buena salud. Hay excepciones, como Victor Hugo, pero habría que preguntarse: ¿por qué hay tantos escritores con mala salud? La razón de su fragilidad es que estaban atravesados por una inmensa corriente de vida. Tanto en el caso de la debilidad de Spinoza como en el de la debilidad de Lawrence, lo que ocurre es que han visto algo demasiado grande, son visionarios, y no han sido capaces de resguardarse. Chéjov es también uno de ellos. Han visto algo. En este sentido, los filósofos y los escritores están en el mismo nivel, coinciden en el mismo punto. Han llegado a ver ciertas cosas de las cuales a veces no hay retorno posible. Se trata de perceptos que se encuentran en el límite de lo soportable, o de conceptos en el límite de lo pensable. Entre un percepto y un concepto, entre la creación de un gran personaje y la creación de un gran concepto veo muchos lazos, tantos que creo que mi labor ha estado fundamentalmente dedicada a ellos.

Gilles Deleuze
Abecedario con Claire Parnet
Traducción: F. Merovio y J.L. Pardo

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