sábado, 19 de julio de 2014

KORNÉL ESTI. UN HÉROE DE SU TIEMPO




LA CANCIÓN DE KORNÉL ESTI

(...)
Has de ser la envoltura
del sabio placer, de la fruta,
la fascinante piel, el verdor
del árbol, de la mar el rumor:
la imagen de lo profundo.
(...)
Negocia con locos caprichos
charla con mortales peligros,
y ríete del que se esmera en buscar
lo profundo.

¿Qué te trae el buzo
que emerge de lo profundo?
En la mano, triste barro,
lo único que brinda aquel mundo.
Nada disfruta de la magia
de los destellos del agua,
abajo gime, trastabilla encadenado,
le pesan los guantes,
los grandes ojos de vidrio
contemplan serios y fríos.
(...)
Has de ser vacío y liviano,
liviano y siempre juguetón,
vidente, pero visible de lejos,
con la seda de un centenar de palabras
ardientes, como la bandera,
o la pompa de jabón, arriba
entre los vientos, en el cielo,
y vivir mientras lo haga el alma,
la belleza, o los caprichos,
porque yo también -lo juro por Dios-
sólo viviré hasta entonces.

Ve a flotar sobre lo profundo
envuelto en colores sutiles;
sé como la nada, tú
el todo.


DEZSO KOSTOLÁNYI


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