domingo, 3 de junio de 2012

¿ A CUÁL ANDEN LE PODRÍA COLOCAR SOMBRA?



CUANDO NO PARECE SER NI DE DÍA NI DE NOCHE


Definitivamente, este bordado que pudiera ser ininteligible, está metido dentro de un lago. 
Yo lo digo con ninguna voz, ahora que me está sucediendo eso: decir sin ninguna voz. 
Pues palabras que ahora, de niño, me saqué de los bolsillos. Pero ¿dónde están mis bolsillos? 
O es lo semejante a la sombra de un payaso.
Supongo que esto pueda ser lo que está ocurriendo. OBSERVACION- La luz neón, la de la piscina del Motel, vuelve siempre. Ahora parece como que se va metiendo dentro de un ascensor amarillento. Pero esto no puede ser verdad. Y es que mientras, dentro del sueño, agarro un reloj, el tiempo pasa lentamente (¿es que sueño lo profundo como si estuviera escondido? No lo sé).
¿ES QUE DE VERDAD NO QUIERO?
La –sol – fa. Fa- sol – la. La rino... ¿ La rino qué? ¿ De qué río se trata? , ¿o solo?, ¿o lo que espera es un silencio? 
O una lluvia, fea, que una vez cayó sobre una cuartería fea. Y, lo que pudo ser: ¿fueron días mediocres? Es posible que así fuera.
Soledad que me dejó teñido de blanco. ¿Dónde fue el barrio en que sucedió eso?
Hay persianas que no cierran, pero eso no significa nada. 
Una prisión, entonces, que no se parece a una prisión.
Estoy mudo, de tanto saber que estoy mudo.
  Por lo que, con un pedacito de roca se podría construir un mito, pero eso ni intentarlo puedo.
Entonces, ¿a cuál andén le podría colocar sombra? Y esto, ¿para así inventarme lo que ya no puedo inventarme?
Payasos y peces, pero borrados.
Y, repito, lo que una vez me expliqué (¿Qué pupila vacía es la que puede dictarme un canto sin sonido? Pero, ahora, no estoy para esos asuntos). Y, lo más extraño: aunque me explico, quizás no quiera explicarme.
Lorenzo García Vega

No hay comentarios:

Publicar un comentario